Decidió volver a casa, pero de repente, le llamó la atención un bulto que sobresalía de un árbol. Era un trozo de madera espléndido. Tardó varios días en decidir que tallar, transformándola en una preciosa muñeca.
Le gusto tanto que no quiso venderla y se la quedó para que le hiciera compañía. Y le dijo: "Tu nombre será Matrioska". Por las mañanas le daba los buenos días, hasta que un día la preciosa muñeca le contestó. El carpintero sorprendido, se alegró de poder hablar con alguien.
Al tiempo percibió que estaba triste y le preguntó. La muñeca estaba triste porque quería un hijo. Pero Serguei le dijo que tendría que abrirla y sacar madera de su interior, y eso sería muy doloroso. A lo que le contestó que en la vida, las cosas importantes requieren de pequeños sacrificios. Entonces el carpintero talló una replica más pequeña y la llamó Trioska.
Trioska también quería tener una hijita, a lo que Serguei accedió. Esta se llamaría Oska. Pero Oska también quería descendencia. Pero ya era muy pequeña y no quedaba madera dentro de ella, tras mucho pensar, talló un pequeño muñequito con bigote, al que llamó Ka. Y le dijo: "Eres un hombre, no puedes tener hijos".
Entoncés, metió a Ka dentro de Oska. A Oska dentro de Trioska y a Trioska dentro de Matrioska.
Un día, misteriosamente, toda la familia desapareció y Serguei quedó desolado.
Inspirado en un cuento ruso de Dimiter Inkiow.
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